Osteocondrosis de la columna torácica: síntomas y tratamiento de la enfermedad.

La osteocondrosis torácica es poco común en la práctica clínica. Anteriormente, se diagnosticaba principalmente en ancianos, pero ahora se detecta a menudo en pacientes menores de 35 años. Con mayor frecuencia, la patología se desarrolla en mujeres que en hombres. Esta enfermedad degenerativa-distrófica es difícil de diagnosticar, ya que los síntomas graves aparecen solo en las etapas posteriores.

Además, los síntomas de este trastorno pueden confundirse fácilmente con signos de deterioro de la función pulmonar y cardíaca. Esta enfermedad no puede dejarse sin tratamiento, ya que puede provocar la curvatura de la columna, el desarrollo de un síndrome de dolor persistente y otras complicaciones que pueden afectar negativamente la calidad de vida humana.

¿Qué es la osteocondrosis torácica?

causas de la osteocondrosis torácica

En la clasificación internacional de enfermedades, esta condición patológica tiene un código ICD-10 - M42. La osteocondrosis torácica es mucho menos común que la cervical o sacra. No es casualidad. Debido a la presencia de una caja torácica rígida en esta parte del cuerpo, esta parte de la columna es fisiológicamente menos móvil.

La región torácica contiene más vértebras que las cervicales y lumbares, pero en esta parte de la columna, los discos son más delgados. Estas características anatómicas contribuyen a disminuir la movilidad de esta parte de la columna, por lo que está menos sujeta a lesiones.

Sin embargo, cuando se expone a una serie de factores adversos, se puede desarrollar osteocondrosis. Al principio, hay signos de daño en un disco, pero en el futuro, otros elementos pueden estar involucrados en el proceso patológico. A medida que avanza la enfermedad, se dañan los elementos óseos, así como los ligamentos y músculos que sostienen la columna vertebral.

Los procesos degenerativos-distróficos en la región torácica crecen más lentamente. No es raro que pasen años antes de que los anillos fibrosos de los discos dañados se destruyan tanto que aparezcan protuberancias y hernias.

Las manifestaciones clínicas graves ocurren después de una disminución crítica en la altura de los discos y el atrapamiento de las raíces. Esto puede conducir no solo a dorsago, es decir, ataques de dolor a corto plazo en la región torácica, sino también a una violación de la inervación de los órganos internos. Es mucho más difícil tratar las raíces nerviosas pinzadas que se extienden en esta área.

Motivos de desarrollo

En la mayoría de los casos, los problemas de columna no aparecen de repente. Una enfermedad como la osteocondrosis no es una excepción a este respecto. Esta patología, que afecta a los discos intervertebrales, es el resultado de procesos degenerativos-distróficos a largo plazo. En la mayoría de los casos, es imposible determinar exactamente qué desencadenó el desarrollo del trastorno. Los factores que pueden provocar la aparición de osteocondrosis de la columna torácica incluyen:

etapas de desarrollo de la osteocondrosis torácica
  • deformidades congénitas o adquiridas de la columna;
  • sobrepeso;
  • sobrecarga de la columna durante el embarazo;
  • enfermedades infecciosas;
  • hipotermia;
  • trastornos metabólicos;
  • alteraciones hormonales;
  • estrés crónico;
  • malos hábitos;
  • enfermedades del tejido conectivo;
  • cambios displásicos;
  • trastornos de la postura;
  • dieta poco saludable;
  • lesiones.

El desentrenamiento afecta negativamente la condición de la columna vertebral. Las personas que llevan un estilo de vida sedentario tienen más probabilidades de sufrir osteocondrosis torácica. Además, los cambios relacionados con la edad y la ralentización del metabolismo que se observan en pacientes mayores de 55 años contribuyen a la aparición de estos trastornos.

La predisposición genética puede ser un factor que puede provocar el desarrollo de patología. Los genes que crean las condiciones para la aparición de la osteocondrosis mamaria aún no se han identificado, pero en personas con antecedentes familiares de casos de esta enfermedad, se diagnostica con mayor frecuencia.

Síntomas y signos

La clínica de esta condición patológica depende de la etapa de negligencia del proceso, el nivel en el que ocurrió la lesión del disco intervertebral y la edad del paciente. En las primeras etapas del desarrollo, no hay signos específicos, pero los síntomas generales pueden ocurrir periódicamente. A menudo, en las fases iniciales de desarrollo, la enfermedad se manifiesta solo con el inicio del clima frío o después de un sobreesfuerzo físico. Las manifestaciones iniciales del desarrollo de la osteocondrosis de la región torácica incluyen:

  • fatiga rápida;
  • dolores y presión en la espalda;
  • espasmos musculares;
  • extremidades frías.

A medida que avanza la enfermedad, el estado del paciente empeora. Aparecen dolores dolorosos en el pecho. Especialmente a menudo ocurren en el contexto de una estancia prolongada en una posición o con movimientos bruscos. Además, el síndrome de dolor severo puede aparecer al levantar pesas. Girar el torso puede aumentar el dolor. La presencia de osteocondrosis también está indicada por la aparición de dolor sordo en el área de los omóplatos.

A menudo, la osteocondrosis de la región torácica se acompaña de la aparición de una curvatura anormal. En casos graves, el paciente puede desarrollar una joroba. Además, esta enfermedad puede provocar la aparición de dolor durante las respiraciones profundas y la exhalación.

Cuando se pellizcan las raíces nerviosas, a menudo hay una sensación de entumecimiento en las extremidades superiores y la piel de la parte superior del cuerpo. Debido a la violación de la inervación y la circulación sanguínea, aparece una sensación de piel de gallina en la piel. Los pies y las manos siempre están fríos. Puede haber deterioro sensorial en las extremidades. En casos avanzados, esta enfermedad puede provocar la aparición de síntomas de daño a otros órganos como resultado de una violación de su inervación. En las últimas etapas del proceso, es posible que:

signos y síntomas de osteocondrosis torácica
  • neuralgia intercostal;
  • trastornos de las heces;
  • hinchazón;
  • acidez y náuseas;
  • picazón y ardor en los pies;
  • violaciones del sistema reproductivo;
  • ataques de asma.

A medida que avanza la patología, la capacidad de trabajo de una persona disminuye. Se minimiza la actividad física. En el futuro, este trastorno puede crear condiciones previas para el desarrollo de complicaciones graves. Aumenta el riesgo de fracturas patológicas. La curvatura de la columna vertebral conduce a la compresión de los órganos ubicados en el pecho.

Con un curso desfavorable, la enfermedad avanza con una infracción del músculo cardíaco y una disminución del volumen pulmonar. Muy a menudo, estas complicaciones graves van acompañadas de una osteocondrosis generalizada, en la que se ven afectados varios discos intervertebrales a la vez.

Grados de osteocondrosis torácica

La clasificación existente subdivide el proceso de desarrollo de esta patología en 4 grados. Cada uno de ellos se caracteriza por la presencia de una serie de cambios en la estructura de los discos intervertebrales, vértebras y otros elementos que forman esta parte de la columna.

Primer grado

En el primer grado de patología, no hay manifestaciones clínicas pronunciadas, pero ya se pueden revelar cambios específicos en la estructura de los discos intervertebrales con un diagnóstico integral. El anillo fibroso, que recibe menos humedad y nutrientes, pierde gradualmente su elasticidad. A menudo se forman microfisuras en los tejidos, dentro de los cuales se aprieta el núcleo pulposo. Es posible el desplazamiento de los discos hacia el canal espinal. Se forman protuberancias. No hay signos de rotura del anillo fibroso.

Segundo grado

Con la transición de la enfermedad al segundo grado, se observan las primeras manifestaciones clínicas. Periódicamente, los pacientes experimentan dolor y otros signos neurológicos. Al realizar diagnósticos específicos, se pueden detectar signos de disminución de la elasticidad de los tejidos que forman el anillo fibroso. El cartílago se adelgaza mucho, lo que aumenta el riesgo de hernias. Hay una disminución en la altura de los discos intervertebrales, por lo que las estructuras de la columna vertebral adquieren una movilidad anormal.

Tercer grado

En la tercera etapa, los cambios en la estructura de los discos se vuelven tan pronunciados que aparecen los primeros signos del desarrollo de cifosis o escoliosis. A menudo, en esta etapa del proceso, el anillo fibroso dañado se rompe. Este fenómeno se acompaña de la salida del núcleo pulposo más allá del disco. Una hernia en formación, dependiendo de la dirección de la protuberancia, puede comprimir las raíces nerviosas o la médula espinal. Se producen dolores intensos y trastornos neurológicos. La movilidad de la columna aumenta, lo que crea condiciones para lesiones y fracturas.

Cuarto grado

Con la transición de la patología al cuarto grado de desarrollo, la estructura de los discos intervertebrales se altera tanto que dejan de realizar una función de depreciación. El anillo fibroso y el núcleo pulposo pierden elasticidad. Estos elementos comienzan a osificarse. Debido a una violación de la función de amortización de los discos, las vértebras sufren, que soportan demasiada carga.

En los bordes de las vértebras adyacentes al disco dañado, los osteofitos, es decir, los crecimientos óseos, comienzan a crecer rápidamente. Los ligamentos circundantes están involucrados en el proceso patológico. Pierden elasticidad y ya no sostienen adecuadamente la columna vertebral. Además, en esta etapa del desarrollo del proceso patológico, el trabajo del aparato muscular se interrumpe.

Hacer un diagnóstico

Cuando se desarrollan signos de este trastorno, el paciente necesita una consulta con un neurólogo y un cirujano ortopédico. Primero, el médico realiza un examen externo y recopila una anamnesis. Las pruebas de laboratorio que a menudo se prescriben para el diagnóstico de esta enfermedad incluyen análisis de sangre y orina. Se toman radiografías para obtener información sobre la presencia de defectos en la estructura de la columna. Esta investigación revela:

  • bajando la altura del disco;
  • bordes dentados de elementos;
  • hernia;
  • cambio de cuerpos vertebrales;
  • formando osteofitos y así sucesivamente.

Para aclarar los defectos en la estructura del disco, se asigna una discografía. Este estudio le permite identificar los contornos desiguales del núcleo pulposo, evaluar el grado de destrucción del disco y la disminución de la densidad del tejido. La tomografía computarizada y la resonancia magnética se realizan a menudo para una mejor visualización. Teniendo en cuenta que las manifestaciones clínicas de la osteocondrosis torácica son similares a los síntomas de la enfermedad coronaria, a menudo se prescribe electrocardiografía para diferenciar estas afecciones.

Opciones de tratamiento

Esta condición patológica requiere un tratamiento complejo. En primer lugar, los pacientes son medicamentos seleccionados que ayudan a eliminar las manifestaciones sintomáticas y mejoran la nutrición de los discos intervertebrales. La medicación debe complementarse con fisioterapia y terapia de ejercicio. Como complemento, puede utilizar algunos remedios caseros. Además, se recomienda seguir una dieta específica.

Medicamentos

En caso de síndrome de dolor intenso, se aconseja al paciente que se adhiera al reposo en cama. Esto reducirá la intensidad del dolor. Para eliminar las molestias, a menudo se recetan analgésicos y AINE. Si el síndrome de dolor se manifiesta con demasiada intensidad, es posible que se requieran bloqueos. A menudo, se recetan glucocorticosteroides para eliminar el dolor en esta enfermedad.

Se prescriben condroprotectores para mejorar la saturación de nutrientes y agua de los discos intervertebrales. En algunos casos, se prescriben antiespasmódicos y relajantes musculares en cursos cortos. Estos medicamentos ayudan a aliviar los espasmos musculares. Si es necesario, se prescriben diuréticos para eliminar el edema de tejidos blandos. Para mejorar el estado de las terminaciones nerviosas sometidas a compresión, el paciente necesita vitaminas B.

Fisioterapia y masajes

La fisioterapia y el masaje son los componentes más importantes del tratamiento de la osteocondrosis, pero solo se pueden usar después de la supresión de los síntomas con medicamentos. Los ejercicios seleccionados correctamente ayudan a mejorar la ventilación pulmonar y fortalecen el corsé muscular que sostiene la columna vertebral.

Primero, todos los ejercicios necesarios deben aprenderse bajo la supervisión de un instructor de terapia de ejercicios. En el futuro, el paciente puede hacer ejercicios en casa. Se puede recomendar a las personas con esta afección que tomen clases en la piscina.

El masaje ayuda a eliminar la hipertonicidad muscular y mejora la nutrición de los tejidos blandos. Para que los procedimientos no dañen, deben ser realizados por un especialista. En la mayoría de los casos, se realiza un masaje clásico, que consiste en frotar, alisar y pellizcar sucesivamente la zona problemática. La acupresión y el masaje segmentario pueden ser de gran beneficio. Estas técnicas implican el impacto en los puntos de dolor. Ayudan a mejorar la circulación sanguínea y el drenaje linfático. En la mayoría de los casos, es suficiente que los pacientes realicen procedimientos 2-3 veces por semana.

Acupuntura

Este método implica colocar agujas en áreas del cuerpo del paciente. Este método le permite eliminar rápidamente los espasmos musculares y el dolor. Los procedimientos de acupuntura deben ser realizados por un profesional en esta materia. Si un especialista hace esto, el procedimiento será casi indoloro. La acupuntura está contraindicada para personas que padecen enfermedades oncológicas, trastornos mentales. No se recomienda utilizar este método para tratar la osteocondrosis en presencia de procesos inflamatorios graves.

Terapia manual

La terapia manual ayuda a restaurar la posición anatómica correcta de las vértebras. Además, este método ayuda a reducir la intensidad del dolor y los espasmos musculares. Este efecto ayuda a restaurar el aparato ligamentoso. Tales procedimientos pueden ralentizar el desarrollo de esta condición patológica. La duración del curso de la terapia manual se selecciona individualmente para el paciente.

Técnica de relajación post-isométrica

métodos de tratamiento de la osteocondrosis torácica

Los procedimientos de relajación post-isométrica son una técnica especial que implica tensar todos los músculos que rodean la columna y luego relajarlos.

Estos ejercicios deben realizarse bajo la supervisión de un especialista que pueda evaluar la corrección del movimiento y la gravedad de la tensión muscular. Este método le permite eliminar rápidamente el dolor y restaurar la función normal de los músculos y ligamentos.

Remedios populares

Es imposible tratar la osteocondrosis solo con remedios caseros, ya que este enfoque puede causar un agravamiento del curso de la enfermedad. Es mejor utilizar una variedad de formulaciones a base de hierbas y otros ingredientes naturales como complemento de las terapias tradicionales. Debe obtener la recomendación de un médico sobre la conveniencia de usar este o aquel remedio popular antes de comenzar a usarlo.

Raíz de apio

Se cree que la raíz de apio bien cocida ayuda a saturar el tejido del cartílago con nutrientes y agua. Para preparar este producto, se debe cortar bien 1 raíz y verter 1 litro de agua hirviendo. Debe insistir en la composición durante al menos 8 horas. Después de este tiempo, debe colar el producto y tomar 1 cucharadita. 3 veces al día antes de las comidas.

Raíz de girasol

Para el tratamiento de la osteocondrosis de la columna cervical, a menudo se usa una decocción de raíz de girasol. Para preparar este producto, necesitará aproximadamente 1 vaso de ingrediente vegetal picado, vierta 3 litros de agua. La mezcla debe hervirse durante 3-5 minutos. Después de eso, el agente debe enfriarse y tomarse en forma de té durante varios días. Para mejorar el sabor de la bebida, se le puede agregar miel. Es mejor guardar el resto del medicamento en un termo.

Ungüento casero

Se puede usar un ungüento casero simple para frotar con osteocondrosis. Para preparar este producto, debe derretir aproximadamente 150 g de grasa de cerdo en un baño de agua. Después de eso, se deben ingresar 2 cucharadas. l. cera natural.

La composición debe hervirse durante al menos 20 minutos. Después de eso, se debe agregar 1 cucharada a la mezcla calentada. l. aceite de abeto. El producto debe hervirse durante otros 20 minutos. Por último, 2-3 minutos antes de retirar el recipiente del fuego, se introduce 1 cucharada en la mezcla. l. amoníaco. La composición terminada debe distribuirse en frascos. Guarde el ungüento casero en el refrigerador.

Nutrición para la osteocondrosis torácica

Los pacientes que padecen osteocondrosis de la región torácica necesitan una dieta equilibrada. Debe introducirse en la dieta una cantidad suficiente de alimentos ricos en proteínas. Es aconsejable consumir con regularidad platos que contengan una gran cantidad de condroitina, incluyendo aspic de pescado, carne en gelatina, etc. Es imperativo introducir productos lácteos fermentados, verduras y frutas en la dieta. Los platos deben cocinarse al vapor o al horno. Deben evitarse los alimentos grasos y fritos. Es recomendable ingerir alimentos en pequeñas porciones, pero con frecuencia. Esto evitará comer en exceso.

Agravación: ¿qué hacer?

En el período agudo del curso de la enfermedad, es deseable reducir la actividad al mínimo. Si es posible, debe evitar las poses en las que se intensifica el síndrome de dolor. Los primeros auxilios para la exacerbación de la osteocondrosis implican el uso de medicamentos que reducen la gravedad del edema, la inflamación y el dolor. Se aconseja al paciente que descanse en cama. Es aconsejable seguir una dieta moderada durante este período. Solo después de eliminar los síntomas puede comenzar la terapia de ejercicios y la fisioterapia.

Previsión

Ahora, esta enfermedad solo se puede curar en las primeras etapas de desarrollo. Con un diagnóstico tardío, la terapia tiene como objetivo eliminar los síntomas y mejorar la movilidad espinal. En algunos casos, se requiere tratamiento quirúrgico. Con un enfoque integrado de la terapia, una persona que padece esta patología puede llevar un estilo de vida completo sin experimentar dolor ni otros trastornos neurológicos.

Prevención

Para prevenir el desarrollo de esta condición patológica, se recomienda evitar levantar objetos pesados ​​repentinamente. Debes vestirte siempre acorde al clima, evitando la hipotermia. Además, para prevenir la osteocondrosis, se debe combatir la hipodinámica y controlar la postura. Como parte de la prevención de esta patología, se recomienda comer bien y controlar cuidadosamente su peso.