La artrosis de rodilla, o gonartrosis, afecta principalmente a las mujeres, generalmente después de los cuarenta años. A una edad más temprana, esta patología puede desarrollarse como resultado de una lesión o de deportes profesionales. Se observa un curso particularmente severo de la enfermedad en personas con sobrepeso o que padecen venas varicosas de las extremidades inferiores.
El inicio de la enfermedad se caracteriza por la aparición de un dolor moderado en la rodilla durante el movimiento, especialmente al caminar por las escaleras. Además, el dolor puede ocurrir si una persona permanece de pie durante mucho tiempo o se pone de pie después de una larga estancia en una posición sentada. En reposo, el dolor suele remitir. El dolor agudo e intenso en la artrosis de la articulación de la rodilla no ocurre espontáneamente, generalmente está precedido por una incomodidad a largo plazo al caminar, la actividad física. El dolor que aumenta gradualmente es uno de los principales signos de gonartrosis.
Etapas de la enfermedad
Primera etapa
En la etapa inicial de desarrollo de la gonartrosis, los huesos de la rodilla no cambian de forma, solo puede ocurrir hinchazón de la articulación, generalmente asociada con la acumulación de líquido en la rodilla. Si su cantidad excede el nivel permitido, se desarrolla un edema que afecta la parte posterior de la pierna. En este caso, puede aliviar la hinchazón con la ayuda de medicamentos antiinflamatorios.
Segunda etapa
La siguiente etapa de la artrosis de rodilla se caracteriza por un aumento significativo en la intensidad del dolor. El dolor se hace sentir incluso después de una ligera carga, aparece un crujido en la articulación de la rodilla, que se intensifica si la enfermedad progresa. El paciente dobla la pierna con dificultad, hay un fuerte dolor, hasta la total imposibilidad de doblarla por la rodilla. También en la segunda etapa de la enfermedad, la articulación comienza a cambiar su forma, lo que se vuelve bastante notable a la palpación: se siente la expansión y la congestión de los huesos articulares. La sinovitis se manifiesta con mucha más fuerza en esta etapa: la aparición de hinchazón como resultado de la acumulación de líquido.
Tercera etapa
La tercera etapa de la enfermedad se caracteriza por la aparición de un dolor intenso que se presenta incluso en reposo. El paciente está buscando una posición adecuada durante mucho tiempo, en la que el dolor será más débil. Con la circulación sanguínea deteriorada, el dolor puede molestar a una persona incluso durante el sueño, causando una sensación de dolor en la articulación. La movilidad de la articulación se reduce al mínimo, la persona a menudo no puede mantener la pierna en posición recta y se ve obligada a doblarla al caminar. Con una deformación significativa de los huesos, la marcha se vuelve contoneante, se nota un cambio en la forma de las extremidades inferiores.
¿Cómo reconocer la artrosis de la articulación de la rodilla?
Inicialmente se deriva al paciente para un análisis de sangre, seguido de una radiografía, una resonancia magnética o una tomografía computarizada.
En algunos casos, se puede recetar una ecografía o una artroscopia (examen de la articulación con un dispositivo especial a través de una pequeña incisión).
Durante el examen de rayos X, se determina la etapa de desarrollo de la enfermedad, la imagen muestra cambios en la articulación y los huesos, así como la distancia entre los huesos. En una etapa temprana de la enfermedad, los cambios en el tejido del cartílago no son visibles en una radiografía.
El examen de ultrasonido, así como la tomografía computarizada, permiten revelar anomalías en los tejidos articulares blandos y determinar la cantidad de líquido acumulado durante el desarrollo de la sinovitis.
¿Cómo se trata la artrosis de rodilla?
La artrosis de rodilla es tratada por especialistas como un reumatólogo o un ortopedista. En una etapa temprana, la enfermedad en la mayoría de los casos es curable sin cirugía, pero el tratamiento debe ser necesariamente integral y calificado. En la segunda y tercera etapa, es imposible devolver la articulación a su forma anterior sin cirugía, solo es posible mejorar la condición de los tejidos periarticulares.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos se utilizan ampliamente para reducir la inflamación y el dolor en la artrosis de la articulación de la rodilla. Después de reducir el síndrome de dolor, al paciente se le pueden recetar masajes, ejercicios terapéuticos, procedimientos de fisioterapia.
Para el tratamiento de la gonartrosis, también se utilizan fármacos que forman parte del grupo de condroprotectores y proporcionan la restauración de los tejidos del cartílago. Tales preparaciones también ayudan a mantener la elasticidad del cartílago, la saturación de su tejido con humedad. En la primera y segunda etapa, los condroprotectores tienen un efecto gradual, el tratamiento es bastante largo y puede durar incluso un año o un año y medio. Tomar glucosamina y condroitín sulfato juntos tiene un efecto mayor. En la tercera etapa, tales medicamentos ya no pueden tener un efecto positivo.
Un buen efecto en el tratamiento de la artrosis tiene fármacos que sirven para expandir los vasos sanguíneos. Son capaces de mejorar la circulación sanguínea en la articulación y aliviar los espasmos en los vasos pequeños, lo que ayuda a restaurar la articulación afectada. Se recomienda combinar la toma de dichos medicamentos con el uso de condroprotectores. Para aliviar el espasmo muscular doloroso, se pueden recetar al paciente relajantes musculares. Dichos medicamentos se usan solo en combinación con condroprotectores y tracción articular. Una compresa de dimexido también tiene un efecto positivo en el tratamiento de la artrosis, que reduce la inflamación y alivia el dolor, especialmente cuando se acumula líquido. Para preparar una compresa de este tipo, debe mezclar una cucharada de agua hervida con una cucharada de Dimexide. Luego humedezca un vendaje médico en la solución resultante, luego coloque la articulación afectada y cúbrala con una bolsa de plástico y un pañal encima. La duración del procedimiento es de veinte a sesenta minutos, una vez al día, no más, de dos a tres semanas.
Todos los medicamentos se utilizan en ausencia de contraindicaciones, estrictamente de acuerdo con la prescripción del médico. La artrosis de la articulación de la rodilla requiere medicación y fisioterapia y ejercicios terapéuticos.